ROBERTO PÉREZ GUERRAS ESCRIBE SOBRE EL ESTADIO JOSÉ RICO PÉREZ EN EL CINCUENTA ANIVERSARIO DE SU INAUGURACIÓN

Se cumple medio siglo de una instalación emblemática en Alicante: el estadio José Rico Pérez, inaugurado el 3 de agosto de 1974 en un partido amistoso entre el Hércules y el Barcelona.

Aquella extraordinaria armonía entre el arquitecto Paco Muñoz Llorens y José Rico un constructor de éxito, dos alicantinos con un amor incondicional a su ciudad y a su club de fútbol más representativo.

Viví en primera persona reuniones en mi despacho de la calle Pintor Murillo, donde mi cuñado Isidro, también constructor, y José Rico Pérez, tomaron decisiones para dar viabilidad a su proyecto. Ha pasado el tiempo y ha cambiado la forma de concebir y de entender lo que tiene que aportar un estadio deportivo, ideados actualmente para acoger áreas comerciales y sociales que ofrezcan alternativas de ocio, de intercambio social y de negocio, al tiempo que han de acompañarse con un cambio de aspecto mucho más contemporáneo y una imagen más representativa.

En el año 2022 se consideró que la ciudad de Alicante no podía continuar con un estadio en tan malas condiciones de conservación y con una situación tan insostenible e incluso se anunció un espacio multiusos para intentar hacerlo más rentable llegándose incluso a plantear la posibilidad de construcción de un hotel u otros servicios como una residencia anexa para alojarse los distintos equipos que decidiesen hacer en Alicante las pretemporadas. Incluso se pensó la posibilidad de realizarse conciertos, torneos diversos y todas aquellas actividades que cumplan con las condiciones de cuidado del recinto, si bien en una nota actual se hace constar que no se permite la construcción de edificaciones no autorizadas por el PGOU.

Un estadio, ampliado y mejorado en condiciones, hubiera podido aspirar a ser sede del Mundial 2030. A favor, sumamos que la ciudad cuenta con el quinto aeropuerto más grande de España, con conexión ferroviaria cerca del estadio y muchas plazas hoteleras. Eso ya es un imposible, a estas alturas, pero no olvidemos que la vida sigue y Alicante merece una instalación moderna y bien equipada. Y eso es tarea de todos.

La eliminación de barreras arquitectónicas y la pretensión de la ciudad de contar con un estadio multifuncional con áreas comerciales y sociales que ofrecerán alternativas de ocio e intercambio social y de negocios dentro de un espacio ajardinado es por lo que propongo. Es decir, la creación de un nuevo estadio que le dote de una nueva imagen más contemporánea y singular.

En primer lugar, se debería ampliar su capacidad a un mínimo de 40.000 espectadores para poder aspirar a ser sede oficial en cualquier evento deportivo. Para ello, se puede realizar una nueva grada enfrentada a la actual Grada del Mundial.

La instalación también ha de quedar dotada de un nuevo diseño de su fachada exterior y cubierta, basado en ideas creativas y conceptos originales que recreen la imagen de Alicante, todo ello con materiales altamente resistentes y respetuosos con el medio ambiente.

La cubierta retráctil la formará un nuevo caparazón traslúcido de acero inoxidable que cubrirá el estadio, cuando la actividad que se esté desarrollando en su interior lo permita.

Con lo expuesto anteriormente, la altura del Rico Pérez crecerá considerablemente hasta llegar al aforo deseado.

Solucionar la actual zona de juego de forma que permita su utilización para posibles festivales de música, conciertos y otros acontecimientos como, por ejemplo, partidos de tenis que requieran la asistencia de miles de personas (aquí ya tuvimos una eliminatoria de Copa Davis -en la plaza de toros, y hay que recordar que al estar a nivel del mar, la ciudad es plaza deseada).

También hay que acometer reforma para mejorar y ampliar la accesibilidad, a la vez que se habilitarán espacios con rampas de acceso para personas con movilidad reducida. Y se contemplará la construcción de nuevos accesos a fin de eliminar las barreras arquitectónicas a la vez que se proyectará una evacuación más fluida en caso de emergencia.

Un nuevo y moderno estadio debe tener en la fachada principal una gran portalada de acceso principal, que será la imagen de recepción que se abrirá a los espectadores.

La parte exterior del estadio y dentro de la nueva fachada se completará con instalaciones de carácter lúdico para satisfacer las inquietudes de los más jóvenes (espacios para deportes virtuales, restaurantes y cafeterías, tienda oficial…), así como espacios de reunión para aficionados.

Todo ello, sin olvidar las necesarias salas de prensa con espacios más amplio y la tecnología necesaria.

No hay que olvidar, por otro lado, la zona que hay alrededor del Rico Pérez y analizar la posibilidad de crear la sinergia de una Ciudad Deportiva que conectará todas las instalaciones existentes: Rico Pérez, Estadio Municipal de Atletismo, Centro de Tecnificación, Piscina Municipal, Pabellón Municipal Central, Mercadillo de Teulada, Ciudad Deportiva, Skatepark, Cruz Roja… , y a la vez, debe analizarse la urbanización a fin de crear un espacio único de parques públicos y zonas verdes mientras se clarifiquen las calles actuales y se defina cuáles deben ser de tráfico rodado o peatonales.

Necesario sería resolver el asunto del aparcamiento en plantas sótano, debajo del Mercadillo de Teulada.

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